La adolescencia de nuestros hijos nos duele, porque aparentemente se alejan de nosotros. Es momento de escuchar nuestro dolor:
¿Cómo me siento cada vez que mi hijo …?
Ha llegado el momento de que yo me encargue de mí, ha llegado el momento de enseñar a nuestros hijos a encargarse de ellos.
¿Cómo deseo que crezca mi hijo?
Cuando me hago estas preguntas curo un poco de mi dolor y descubro nuevas formas de acompañarlos. Me lo agradecen, me lo agradezco. Y los lazos se hacen más fuertes.
Y contemplo con orgullo a mis hijos transitando su valiente búsqueda como seres autónomos. Mis hijos me contemplan con orgullo transitando mi nuevo camino como madre.
Escúchate, cúrate, busca tu propio y nuevo camino. Y si lo deseas, te espero en la sección de aula e-mocion de este sitio WEB, donde te he dejado: “el ejercicio de escucharse”, un ejercicio guiado en formato PODCAST. Solo tienes que pulsar sobre el enlace de la parte superior de la página.
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