Como papas, mamas, educadores viene bien sentarse a revisar desde donde acompañamos a nuestros hijos, alumnos.
Liberarnos de la responsabilidad de resolver sus problemas, no nos pertenece. Liberarlos de las etiquetas que a veces, de forma inconsciente, les ponemos: es pequeño, no tiene experiencia, etc.. que les limitan y debilitan.
No puedo encontrar la clave de ese acompañamiento a través de las palabras de otro. Para pasar a la acción, para aprender, tengo que experimentar, descubrir desde mi propia vivencia.
Por eso, te comparto este ejercicio en el que te guio a sentir y experimentar tu propio posicionamiento como padre y/o educador.
Deseo que te resulte útil.
Si tienes comentarios, me encantará leerte.
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